sábado, 9 de julio de 2016

TEJIDO MUSCULAR



COLEGIO ENRIQUE OLAYA HERRERA.     BOGOTÁ. 2016.
ÁREA: CIENCIAS NATURALES Y EDUCACIÓN AMBIENTAL        FECHA_____________
ASIGNATURA: BIOLOGÍA  SÉPTIMO     PROFESORA: CLARA ISABEL PEÑA PINEDA
NOMBRE DEL ESTUDIANTE___________________________________________                            
GUÍA:   TEJIDO MUSCULAR                                                                               
INDICADORES DE LOGRO
1-CONOCER LAS CARACTERÍSTICAS DEL TEJIDO MUSCULAR
2-IDENTIFICAR LOS COMPONENTES DEL TEJIDO MUSCULAR
3-UBICAR EL TEJIDO MUSCULAR EN  LOS ANIMALES

 TEJIDO MUSCULAR
El tejido muscular se divide en tres tipos: esquelético, liso y cardiaco. Las células del músculo esquelético son muy largas y estriadas con unas bandas perpendiculares al eje longitudinal celular cuando se observan al microscopio, de ahí que también se le llame músculo esquelético estriado. Las células del músculo cardiaco, o cardiomicocitos, posean también estrías, pero se dice que es semiestriado. Estas bandas transversales no aparecen en el músculo liso.TEJIDO MUSCULAR
Conjunto de células de un organismo que tienen la misma función y diferenciación morfológica y que constituyen la estructura fundamental de los diferentes órganos.
El tejido muscular es responsable del movimiento de los organismos y de sus órganos. Está formado por unas células denominadas miocitos o fibras musculares que tienen la capacidad de contraerse. Los miocitos se suelen disponer en paralelo formando haces o láminas. La capacidad contráctil de estas células depende de la asociación entre microfilamentos y de las proteínas motoras miosina II presentes en su citoesqueleto.
MÚSCULO ESQUELÉTICO ESTRIADO
El músculo estriado esquelético se denomina también voluntario puesto que es capaz de producir movimientos conscientes, es decir, está inervado por fibras nerviosas que parten del sistema nervioso central. Los músculos esqueléticos están conectados a los huesos a través de los tendones, pero un pequeño número puede también aparecer en otras localizaciones como en el ojo, en la parte superior esófago o en la lengua.
Las células que componen el músculo esquelético son las células musculares estriadas esqueléticas, también llamadas fibras musculares o miocitos, junto con tejido conectivo y vasos sanguíneos. Las células musculares se asocian entre sí para formar los fascículos musculares, y éstos a su vez se unen para formar el músculo esquelético, principal responsable de la movilidad de los organismos. Las células musculares están rodeadas por una lámina basal. Además. Las células musculares están rodeadas por fibras reticulares y colágenas que forman el endomisio, cada fascículo muscular está rodeado por otra envuelta de conectivo denso denominada perimisio y todo el músculo por el epimisio, también tejido conectivo. Por estas envueltas de tejido conectivo penetran y se dispersan los vasos sanguíneos y ramificaciones nerviosas que controlan la contracción muscular.
Como se mencionó anteriormente, los músculos que no están conectados a los huesos, o al menos no conectados mediante tendones, tienen una organización diferente. Están conectados directamente, de una manera más o menos difusa, al tejido conectivo de las estructuras que tienen que mover. Entre estos destacan los que mueven los  ojos, la lengua, o el esófago.
Las células musculares estriadas esqueléticas son células muy alargadas dispuestas en paralelo formando haces o láminas. Son células no ramificadas y presentan una longitud que puede ir desde unos pocos mm a los 30 cm, con un diámetro de entre 10 a 100 µm. Son multinucleadas (sincitios: dos o más núcleos compartiendo el mismo citoplasma) y sus núcleos se disponen en la periferia celular. El aspecto estriado de las fibras musculares se debe a la disposición especial de los filamentos de actina y miosina de su citoplasma, conjuntamente denominadas miofibrillas, los cuales se organizan en haces paralelos al eje principal de la célula. Las bandas oscuras corresponden a la superposición entre filamentos actina y de miosina, y las claras sólo a filamentos de actina.
Las células musculares, aunque pueden incrementar y disminuir su tamaño (hipertrofia), no se suelen dividir en condiciones normales. En la vida postnatal la reparación y crecimiento, es decir, aumento del número de células del tejido muscular (hiperplasia), se debe a otras células denominadas células satélite. Son células mononucleadas que se localizan asociadas a las células musculares estriadas, entre su membrana celular y la lámina basal. Actúan como células madre adultas que tienen la capacidad de producir nuevas células estriadas maduras y con capacidad contráctil.
Las células musculares están gobernadas por motoneuronas localizadas en el encéfalo o en la médula espinal y son de contracción voluntaria. Cada motoneurona es capaz de inervar a varias células musculures. Se denomina unidad motora al conjunto de céluas musculares inervadas por un mismo axón, más el propio axón. Las unidades motoras pueden ser grandes (más de 100 células inervadas por un mismo axón) o pequeñas (con varias decenas de células musculares inervadas por un mismo axón), dependiendo de la precisión que se necesite para ese músculo. Más precisión implica unidades motoras más pequeñas. Pero además, no todas las células musculares son iguales sino que existen unas denominadas de contracción lenta y otras de contracción rápida. Las primeras son más pequeñas, más oscuras debido a la mayor concentración en mioglobina y poseen más mitocondrias, mientras que las segundas se caracterizan por ser de mayor tamaño, más claras y poseen menos mitocondrias. La actividad de cada tipo depende de las distintas necesidades motoras. Las de contracción lenta actúan en movimientos prolongados y en el mantenimiento de la postura, mientras que las de contracción rápida actúan en movimientos breves e intensos. Ambos tipos de fibras se encuentran en todos los músculos aunque con diferente proporción.
MÚSCULO CARDIACO
Como su nombre indica, el músculo cardiaco, o miocardio, forma las paredes del corazón. Su misión es el bombeo de sangre por parte del corazón mediante la contracción de las paredes de éste.
El músculo cardiaco está formado por cardiomiocitos. Estas células musculares son mononucleadas, con el núcleo en posición central. Son más cortas (unas 80 µm) y más anchas (unos 15 micrómetros aproximadamente) que las células musculares esqueléticas, y son ramificadas. Presentan estrías transversales cuyo patrón es similar al de las células musculares esqueléticas, con bandas oscuras que se corresponden con la superposición de los filamentos de actina y miosina de su citoesqueleto, y con bandas claras que corresponden sólo a los filamentos de actina. A la membrana plasmática de las células musculares estriadas se le llama sarcolema, la cual, en mamíferos, se invagina para formar los discos TT, con un diámetro de unos 5 a 20 nm.
Los cardiomiocitos están unidos entre sí por los llamados discos intercalares, que aparecen como bandas oscuras en las preparaciones histológicas, y que son un conjunto de complejos de unión donde se pueden encontrar desmosomas y uniones adherentes. También hay uniones estrechas situadas a los lados de los discos intercalares. La misión de los complejos de unión es la de mantener cohesionadas las células, siendo además sitios de anclaje del citoesqueleto. Mientras que las uniones en hendidura permiten la sincronización contráctil ya que comunican citoplasmas de células vecinas de manera directa. El músculo cardiaco no se ancla a tendones.
La contracción rítmica del corazón está controlado por el sistema autónomo, el cual ajusta la frecuencia y fuerza de las contracciones, pero la contracción rítmica está generada por algunos cardiomiocitos especiales que funcionan como marcapasos. Por ello al músculo cardiaco también se le llama músculo estriado de contracción involuntaria. Las uniones en hendidura favorecen la sincronización de las contracciones mediante la conexión de citoplasmas de células contiguas. Por ello no todas las células cardíacas están inervadas por las fibras nerviosas sino sólo los cardiomiocitos marcapasos. La frecuencia cardíaca está también controlada hormonalmente.
Las células musculares cardíacas tienen muy poco glucógeno y por ello no pueden obtener mucha energía de la glicolisis. Ello implica que la mayor parte de su energía procede de la fosforilación oxidativa, con un gran consumo de oxígeno. Así, cuando se produce un corte en el suministro de oxígeno se producen daños celulares rápidamente.


MÚSCULO LISO
Al músculo liso también se le denomina involuntario o plano. Se encuentra en todas aquellas estructuras corporales que no requieran movimientos voluntarios como el aparato digestivo, algunas glándulas, vasos sanguíneos, útero, etcétera.
Las células musculares lisas tienen una longitud que varía entre 20 y 500 µm y su diámetro está entre 8 y 10 µm. Son largas y fusiformes, con un núcleo que es elongado, igual que la célula, y localizado en posición central. A ambos lados del núcleo hay zonas de citoplasma donde se disponen la mayoría de los orgánulos. El resto del citoplasma muestra un aspecto homogéneo y es donde se localiza el aparato contráctil que, al contrario que en el músculo esquelético o el cardiaco, no se organiza en estructuras regulares o estrías visibles con el microscopio óptico. El nombre de músculo liso se debe a que carece de dichas estriaciones en su citoplasma.
 El músculo liso es rico en filamentos intermedios como la desmina y vimentina. En general, el músculo liso contiene más o menos la mitad de concentración de proteínas que las del músculo esquelético, sobre todo es menor la concentración de miosina. Por otra parte, la cantidad de actina y tropomiosina es similar en ambos tipos de músculos. Sin embargo, la miosina del músculo liso ha de ser fosforilada para para que se produzca la activación de la actina. El músculo liso no contiene troponina.
Se encuentra en multitud de lugares del organismo entre los que se encuentran la pared del tubo digestivo, en los conductos de ciertas glándulas, algunos conductos respiratorios, el útero y las paredes de los vasos sanguíneos. La organización de las células musculares lisas es diversa y se adapta a la función que desempeñan. Así, por ejemplo, pueden aparecer aisladas en el tejido conectivo, formando haces muy pequeños en la dermis, unidos a los bulbos pilosos o formando láminas concéntricas en el aparato digestivo. El papel de la musculatura lisa en los órganos huecos es doble: mantener las dimensiones frente a expansiones potencialmente dañinas mediante su contracción tónica y realizar la función del propio órgano como el digestivo con los movimientos peristálticos o la regulación del flujo sanguíneo en el sistema cardiovascular. Existe un tipo celular denominado células mioepiteliales que se encuentran entre los epitelios y la lámina basal que poseen capacidad contráctil y facilitan la expulsión de los productos de secreción de las porciones secretoras de las glándulas. El músculo liso contiene una diversidad de células con variadas funciones.

La contracción de las células musculares lisas se dispara por la inervación desde las células del sistema nervioso autónomo. Funcionalmente hay dos maneras de organización de los grupos de células de músculo liso: como una unidad o como multiunidades. En el primer caso las células musculares lisas se suelen disponer en láminas de manera que le extremo de una célula queda entre las zonas medias de las otras células. Entre estas células existen uniones en hendidura que permiten que la invervación de unas pocas células provoque la contracción en sincronía de todo el grupo. En la organización como multiunidades cada célula es independiente, cada una tienen su propia inervación y suelen estar aisladas unas de otras por tejido conectivo.. El cambio en el potencial de membrana que dispara la contracción celular, además de la contracción por inervación nerviosa está controlado por señales químicas autocrinas y paracrinas, y por receptores asociados a canales iónicos que detectan el estiramiento de la propia célula. El músculo liso, aunque pueda desarrollar una fuerza muscular similar a la del esquelético, tiene una velocidad de contracción que es sólo una pequeña fracción de la de éste.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario